NATTY DREAD

Superheroína internacional

sábado, abril 02, 2005

Actualización especial: El mundo sin Juan Pablo II

El 2 de abril de 2005, Juan Pablo II dejó de existir. Murió. Se fue a la gaver. Dicen que sus últimas palabras fueron "Nos vemos en el infierno, putos". Claro, en polaco. Pero yo no creo que el Papa fuera así de grosero.
Qué buena onda era. Soy católica y creo en Dios. También creo que la iglesia no es como debería ser –no ayuda tanto como debería y, además, rompe muchas de las reglas que ella misma creó, como los votos de pobreza o sus intenciones políticas, por ejemplo–. Pero también creo que el buen Karol tenía fe. Y siempre he pensado que la fe es lo mejor que tiene el ser humano.
Al enterarme de la noticia de que había muerto, no sentí nada. Obvio, me sorprendí y pensé "Qué mal pedo; pero, bueno, mejor, ya me lo habían exprimido mucho". Pero ahora que escribo esta actualización especial, se me hizo un nudo en la garganta y se me escaparon un par de lágrimas. Tengo la tele encendida y, hace unos minutitos, doblaron las campanas para despedirse de él.
Desde que nací, el Papa ya estaba aquí. Bromeaba cada vez que él venía a México; personalicé, hace meses, mi cel, con un wall paper de Karol y el ring tone de Amigo, de Roberto Carlos, para hacer reír a mis amigos. Le cambié la letra a la canción de Kylie Minogue Can't get you out of my head y, en lugar de que dijera:
La la la
La la la la la
La la la
La la la la la
I just can´t get you out of my head
Boy your loving is all I think about
I just can´t get you out of my head
Boy it´s more than I dare to think about

decía:
Pa pa pa
Pa pa pa pa pa
Pa pa pa
Pa pa pa pa pa
Yo no puedo dejar de cantar
de cantarle a su santidad
no puedo dejar de cantar
de cantarle a su santidad

En fin; muchas bromas, burlas y más. No, no me arrepiento ni me creo mala por haberlo hecho –y sería jotísimo hacerlo justo después de su muerte–; me siento mal porque, ¿ahora de quién me voy a burlar? Juan Pablo II ya estaba aquí cuando yo nací y, debido a mi religión, siempre supe que él estaba ahí y qué hacía. Como buena católica clasemediera, nunca voy a la iglesia, a los bautizos nada más llego a la fiesta y rezo sólo cuando empieza a cubrirme la sombra de la verga voladora, quien se acerca a cargarme. O sea, no me siento mal por el Papa debido a su papel como pontífice. Me siento mal porque ya estaba acostumbrada a él. Nunca le recé y nunca pasó por mi mente "Ay, ojalá que esté bien el Papa". Nunca fui a verle a su exhibición sobre el Papamóvil en Viaducto ni tampoco lo despedí con mi espejito. Probablemente hasta me valía madres. No obstante, Juan Pablo II, en mi mente, representaba para mí la buena intención que un hombre puede tener. Toda la fortaleza que da la fe. Y ya no está. Y ahora me doy cuenta que sí era un buen ejemplo, no sólo para los católicos, sino para cualquier persona. Y además, le gustaba el futbol, como a mí.

Ya se me fue Pablito. El Papa ha muerto. Y se me escaparon un par de lágrimas porque creo que lo voy a extrañar. Mucho.

Gracias, Karol Wojtyla, por inspirarme fe.

Adiós.