NATTY DREAD

Superheroína internacional

martes, febrero 22, 2005

¿Bailan el ricachá?

Oh, sí, la vida en Marte. ¿Creen que haya? Yo, sí. Hace poquito, un par de científicos, Carol Stoker y Larry Lemke, con base en su creencia de abundancia de metano en la superficie del planeta vecino, creen que es posible que ahí haya vida. Vida primitiva. Como Sea Monkeys. Trilobites, chance. Y, luego luego, la NASA me los calló. Desmintió todo. No sugiero que se trate de un complot o algo parecido, pero… hey, todo esto de las misiones espaciales es con el fin de encontrar un lugar ideal para que el hombre llegue y pueble, porque acá ya no vamos a caber un día de estos, ¿no? A veces me da la impresión de que Estados Unidos, en su afán acaparador, quiere también quedarse con Marte (o con lo que haya en él). Al menos la Unión Europea ya puso su banderita en Titán. Digo, qué absurdo pensar que alguien –presidente o nación–, a estas alturas de nuestra civilización, piense en conquistar para sí un planeta. ¿Qué pedo? Para llegar a Titán son siete años. Dudo que alguien piense: "Sí, voy a arreglar unos asuntos a Titan, llegando te hablo y, cuando termine, regreso y nos echamos un café." Además, allá no hay nada de nada. ¿Para qué querría alguien un planeta para sí? Es como si yo intentara tener un país para mí, previendo que en el futuro voy a necesitar su espacio y sus riquezas naturales. ¿Eh? ¿Qué es eso? Oigo a Hugo Chávez diciendo "ni lo que dice Fidel ni lo que digo yo son pendejadas, y si me pasa algo, responsabilizo a George Bush".
No, creo que la NASA no podría querer ocultar algo tan trascendente a fin de usar tal información para beneficio de la nación que le hospeda y financia. O, mejor dicho, creo que hacerlo es una pendejada, porque no podrían hacer nada con esos datos. ¿Que si los creo capaces? Sí. ¿Pendejos? Mucho, pero no del todo. ¿Subordinados? También. Digo, mientras a la cabeza de Estados Unidos se le ocurran puras barbaridades –pinche ranchero, cagas, Bush de mierda–, los de abajo han de cumplir sus fantasías.

Siempre me ha intrigado la investigación científica. No sé, me imagino que hay un laboratorio subterráneo inmenso, donde prueban los autos voladores, la vacuna contra el VIH y un par de dinosaurios clonados; no lo dan a conocer porque la masa crearía un caos con tales descubrimientos.

Otras veces pienso, "si Marte es habitable y gana López Obrador, puta, me voy para allá".

Otras, pienso que ni Bush ni los marcianos ni la NASA ni Hugo Chávez ni López Obrador podrían detenerme; por lo tanto, no debería preocuparme. Creo que la televisión les da mucha importancia.

Pero la idea de saber que hay otros seres allá afuera, me llena de emoción. ¿Piensan? ¿Cómo ven? ¿Qué comen? ¿Sienten? ¿Se preguntan sobre mí lo mismo que yo sobre ellos? ¿En verdad saben bailar el ricachá? ¿Les va peor que a mí?

Creo que la pregunta más importante es la última. Y si es afirmativa, tranquilizará mi primitivo instinto de supervivencia. Creo que eso es lo que en realidad buscan todos los seres en todo menester. Ser los únicos. Y, cuando lo son, buscan a otros. Para chingárselos y estar aún más seguros.

1 Comentarios:

En miércoles, junio 22, 2005 1:18:00 a.m., Blogger Lordhackv se expresa... ¡aaaasí!

Hmm soy yo o siempre pienso que esta informacion la encuentro despues de saber sobre los temas, ohh maldita sea me transtorno saber sobre el area 51 por cierto hay un documento que responde todas tus preguntas

 

Déjame un comentario

<< ¡Vuelve a casa, Dorothy Gale!