NATTY DREAD

Superheroína internacional

martes, junio 21, 2005

Culei

DEFINICIÓN DEL TÉRMINO CULEI

Introducción
Culei es un adjetivo usado en ciertas regiones de México, sobre todo en la Ciudad de México, y no se encuentra en el diccionario de la Real Academia Española. No obstante la impresición de su uso, califica acciones específicas, aunque difíciles de definir con sencillez –por eso lo explicaré aquí, oh, educandos–. En apariencia despectivo, culei, en realidad, conlleva un sentido de admiración hacia el sujeto o el suceso culei.

¿Cuándo alguien o algo es culei?

Origen del vocablo
En México, como en muchos países del mundo, hay groserías suaves y fuertes. Antes se sabía cuáles eran suaves y fuertes tomando como referencia la televisión: cualquier grosería dicha entre 6:00 AM y 11:00 PM era suave; en el resto del horario, era fuerte. Si una fuerte se pronunciaba entre el horario que no le correspondía, se multaba al infractor. Pero esos tiempos pasaron. Ahora, el punto regulador es, supongo, el quicio de la puerta de la iglesia justo saliendo de misa.

Debido a la tradicional doble moral del mexicano –que le permite agreder sin ser señalado como agresor, entre otras cosas–, la mayoría de las groserías fuertes tienen una versión suave, misma que construye al gusto del orador.

Existe una regla no escrita para suavizar tales altisonancias y consiste en tomar el lexema de la mala palabra y añadirle un gramema que la haga sonar inofensiva; el reto está también, a veces, en lograr que la palabra ya suavizada se contextualice con toda la oración.

Por ejemplo, está la palabra mamar. Conjugada en el presente subjuntivo, uno puede lanzar la expresión ¡no mames!, para indicar incredulidad, sorpresa o decepción [lúzcanse con esta acotación cultural, otakus queridos: el equivalente en japonés a esta expresión es maji de!. De nada.] A la hora de la autocensura, ¡no mames! puede ser reemplazada por ¡no mambrú!, ¡no manches! o ¡no marches!. La improvisación e ingenio del sujeto le permitirán inventar, incluso, nuevas combinaciones e imponer una moda linguística que podría trascender en su localidad y, con el tiempo, en la misma jerigonza cultural –y ser, claro, un héroe anónimo de la patria–.

Así, la palabra culei es una metamorfosis de la palabra culero; culei, en su intento por disfrazar su verdadera intención, inspiró su sonido en la palabra extranjera Kool-Aid –nombre de la marca de un refresco en polvo–, ante la poca oferta de opciones.

Desconozco en qué región o cuándo nació la palabra culei, pero es posible que haya sido a principios o mediados de la década de 1980, en la Ciudad de México.

Significado y diferencias entre culero y culei
De acuerdo con la Real Academia Española, culero tiene las siguientes acepciones:

culero, ra.
(De culo).
1. adj. Perezoso, que hace las cosas después que todos.
2. adj. Méx. miedoso.
3. m. Especie de bolsa de lienzo que se pone a los niños en la parte posterior, para su limpieza.
4. m. granillo (? tumor).
5. m. El Salv. Hombre homosexual.
6. f. Señal que en las mantillas de los niños dejan las manchas excrementicias.
7. f. Remiendo en los calzones o pantalones sobre la parte que cubre las asentaderas.
8. f. Mancha, desgaste, parche o remiendo en la parte de la prenda que cubre las nalgas.

Por supuesto, todo mexicano sabe que el significado 2, en especial, no tiene ese sentido en nuestro país. En realidad debería significar cruel o sañoso.

Es decir, una persona que, con premeditación, alevosía y ventaja, realiza una acción cruel o sañosa; con toda la intención de perjudicar. Sin embargo, hay culeros que se dan cuenta que son culeros durante o después de la acción culera. Eso podría diluir su culerez, pero si no hay arrepentimiento o remordimiento –incluso que les dé gusto–, son igual de culeros. Y, en caso de que el culero no haya planeado su culerez y se haya arrepentido, la culerez ya está hecha y por eso son tan culeros como los otros culeros.

SITUACIÓN CULERA
Skipper pidió permiso en su trabajo, con varios días de anticipación, para faltar un día. Su jefa inmediata le autorizó, prometiéndole facilitarle aún más al negociar este permiso con su jefe. Y un día antes…
Skipper: Nos vemos mañana. ¡Ah, no, mañana no vengo! ¡Hasta el lunes!
Jefa de Skipper: Ah, este, Skipper. Mañana no podrás faltar, porque hay mucho trabajo y necesito apoyo.
Skipper: Oye, pero tú me dijiste que…
Jefa de Skipper: Sí, ya sé, pero el permiso no se te autorizó porque no avisaste con anticipación.
Skipper: ¿Cómo? ¡Pero si te avisé hace una semana y media! ¡Y tú lo sabes! ¡Lo hablamos!
Jefa de Skipper: Como haya sido, no puedes faltar mañana.
Skipper: ¡No es justo!
Jefa de Skipper: No faltes mañana.
Natty Dread:[A la jefa de Skipper] Huevos, culera.
Jefa de Skipper: ¿Pero qué de…?
Skipper: ¿Qué haces aquí, Natty Dread, oh, superheroína internacional?
Natty Dread: Vine a hacerte el paro, mi reina. Nadie se pasa de chistorra con mi hembra favorita.
Jefa de Skipper: ¡Pero qué ultraje! ¡Seguridad!
Natty Dread: Seguridad tus calzones de mujer maravilla, puta. Ahora, le das el permiso a mi vieja o te toca calentada.
Jefa de Skipper: ¡Ay, pinche lesbiana! ¡No te atrevas a ponerme un dedo encima o…!
Natty Dread: ¡Ahí te va el dildo de piquitos, gogorda!
Jefa de Skipper: ¡Ahhhhhhhhhhh!
Cuatro minutos más tarde…
Skipper: [Skipper abrazando a Natty Dread]¡Oh, Natty, te amo!
Natty Dread:[A Skipper, fumando un cigarrillo]Lo sé, nena, lo sé.
Jefa de Skipper: ¡Yo también, Natty!
Natty Dread: Usté cállese… culera.
Fin

Como se aprecia en el ejemplo, la jefa de Skipper es culera porque desde antes sabía la que le iba a aplicar a Skipper –premeditación– y, no sólo esperó hasta el último momento –alevosía–, sino que chantajeó a mi querida aprovechándose de su puesto en la compañía –ventaja–. La vieja es culera.

Antes de seguir, me permito acotar que culero también sirve, en México, para expresar inconformidad o contrariedad ante una situación de desgracia. Después de escuchar sobre un accidente o problema grave, uno suele decir Ay, qué culero…. Pero eso lo veremos en otra lección.

De acuerdo con la explicación de la autocensura de las palabras, culei debería significar lo mismo que culero, pero en versión para toda la familia. Pero la palabra ha adquirido un nuevo sentido en el vulgo popular.

Un culero es agresivo, apasionado. Un culero podría buscar revancha en su víctima, poder o fortuna. Un culero es tan gallardo como cobarde. Puede cometer acciones culeras y, de inmediato, ir a confesar sus culeradas con el padrecito de su parroquia local.

Un culei no muestra sentimientos afines a la crueldad, venganza o arrepentimiento. Un culei generalmente improvisa al hacer algo culei. Es inventivo y no le interesa llamar la atención al ser culei o ganarse tal fama. Simplemente actúa. Y lo goza.

La víctima de un culei, por lo regular, es alguien que no está relacionado con él. Un personaje intrascendente en su vida. Alguien ajeno. En apariencia, es así para evitar el remordimiento, pero no es por eso –debido a que a veces también la víctima es alguien conocido–. Se debe, de hecho, a la espontaneidad de la acción.

Quizá, un sinónimo serio de culei sea travieso, sin embargo, el culei podría rebasar límites que el travieso no se atrevería –además, un travieso suele arrepentirse después de una buena madriza–. El culei es capaz de causar un daño irreversible a un tercero y olvidarse del suceso enseguida, comportándose como si nada hubiera pasado.

El culei sí tiene moral, sentimientos, ética e, incluso, límites. Sin embargo, al presentarse la ocasión, todo atributo bondadoso en el se nubla, como si la oportunidad lo hechizara y le obligara a hacer lo que un culei debe hacer.

El culei acusa:
Maestra: ¡Quién fue!
Culei: ¡Fue Jorge, maestra!

El culei confunde:
Señor extraviado: Disculpe, ¿para dónde queda la calle Jorge Negrete?
Culei: Para allá, todo derecho, señor [por supuesto, es completamente para el lado contrario].

El culei hiere físicamente:
Niño inocente: No me voy a meter a la alberca, se ve que está fría…
Culei: [Empuja al Niño inocente, pero éste no cae de lleno al agua y se descalabra en la orilla de la alberca]

El culei hiere emocionalmente:
Novia del culei: ¡…y me soltó la mano y se murioooooooó! ¡Mi abuelito se muriooooooó!
Culei: ¡Ja, ja, ja! Qué mal pedo, ¿no?

El culei mata:
Niño inocente II: ¡Mira, qué bonita catarina!
Culei: [Apachurra a la catarina con su pie y se va]

Etcétera, etcétera, etcétera.

Ése, educandos, es el significado de culei.

Notas finales
Un culei es impredecible y eso es lo que le da aún más ventaja sobre sus víctimas si se le compara con un culero.
¿Cómo no ser víctima de un culei? Es difícil. No se puede ser culei contra un culei, porque el deseo de venganza lo convertiría en un culero. Lo mejor es unirse a un culei o alejarse totalmente de él. Por cierto, el culei nace, no se hace.

Suerte.

Post data
Saku: eres bien culei, me cae.

martes, junio 14, 2005

¡Venganza!

¡Ya estuvo bueno! ¡Primero hacen que ponga unos Raidoles que dejaron una peste insoportable en mi casa! ¡Y ahora han vuelto! ¡Hijos de perra!
Ustedes lo saben, fans adorados: sufro de insomnio. Me veo al espejo todos los días y parezco panda, con mis ojeras. Por motivo tal, siempre duermo con tapones para los oídos y un antifaz, igualita que Don Gato.
Y hoy, ¡HOY! por fin llegué temprano a casa, lavé en chinga mis trastes y no había nada en la tele que me hiciera permanecer despierta; "¡wajuuuu! ¡hoy si me dormiré a las 10!"... ja-ja-ja... pendeja.
El espantoso calor que hay en la Ciudad de Mexico obligóme, como todos los días durante las últimas tres semanas, a dormir desnuda (cubriendo sólo lo esencial, en caso de siniestro), sin cobijas. Empecé mi viaje al subconsciente cuando, de pronto, sentí algo de comezón en mi piernita. "Debe ser por la marca de los calcetines", pensé. Me rasqué lo necesario y continué. Pero la comezón volvió y, no sólo eso, sino que empezó en el dedo gordo de mi pie izquierdo. "Maldición, ya no volveré a usar esos calcetines", ilusamente insistí, mientras satisfacía con mis uñas la picazón. Volví a lo mío pero, a los pocos segundos, la comezón se incrementó. Palpé el área afectada y, ¡Puta madre, sentí la bolita que dejan los pinches moscoooooooooos! Media hora de rascarse. No lo podía creer. Se suponía que ya habían muerto con los Raidoles; o que por lo menos se habían ido por el nauseabundo olor. Pero no, esos malparidos han vuelto.

Mi tranquilidad se esfumó. Me levanté emputadísima y fui por el matamoscas. Quería revancha. El wey que me había hecho esto de seguro estaba reposando, haciendo digestión. Bastardo. Lo sorprendería. No me esperaría. No sabría ni quién lo mandó al otro mundo. Al llegar a la cocina, escuché una discusión fuertísima. Una que aún continúa. Mi vecino, el del 404, el regio buenpedo, se estaba peleando con su mamá y su hermana. Pero a grito pelado. No me había dado cuenta por los tapones para los oídos.

Intenté, por primera vez desde hace muchos meses, dormirme a las diez de la noche. Era la una y media de la madrugada. Yo, sentada, en medio de mi habitación, escuchando los gritos del regio, con mis ojos hinchados, semiabiertos y con ojeras de panda, esperando a que el bastardo aquél se acercara.

Quería venganza. Quería que sintiera mi calor. Que se acercara. Hay quien defendería su sangre y su piel hasta la muerte. Yo no. Yo estaba dispuesta a negociar. Mi sangre y mi piel tienen precio y están al alcance de quien pueda pagarlo. Y esta noche… esta noche, yo estaba en venta. Ese mosquito quería mi piel y mi sangre. Me puse a su disposición. Decidí ser suya. Pero no sería gratis, no. Exhibí mi sangre y mi piel para que ese bastardo me tomara y pagara el precio.

Al fin, mi invitado llegó. La primera reacción mía fue un manoteo, que lo hizo volar a mi alrededor. No lo perdí de vista. Mis ojos nunca fueron tan agudos. Se posó en un lugar oscuro, para camuflarse. El reloj de su vida comenzó la cuenta regresiva. Tomé el matamoscas y me acerqué silenciosamente; él, inmovil. Imbécil. ¿En verdad creía que no lo veía? Lo gocé. Lo planeé. Mi venganza sería lenta. Medí la distancia y la fuerza; el matamoscas hizo contacto de forma tal, que no lo empachurró, sólo lo noqueó.

¡JA JA JA JA JA! ¡Te tengo, hijo de tu puta madre! Sí, lo tomé con mis dedos desnudos y, una por una, tomándome mi tiempo, le arranqué sus patas. Al ver que reaccionaba rápido, tuve que suspender la operación para arrancarle un ala. No se iba a ir así de fácil. Terminé con las patas y mutilé la otra ala. Quedaba el tronquito, retorciéndose. ¡Sí! Después, su piquito. Tenía que ser delicada, pues no quería que mi amigo abandonara tan rápido la fiesta. Le arranqué el pico. Ya no se movía, pero yo sabía que seguía vivo. Lo coloqué en el piso de mi baño. Lo miré por algunos minutos. Este pequeño ser, que, aún sin mi intervención no habría vivido más de siete días, hizo que me volviera a desvelar. Y mañana será otro más en mi agotamiento crónico. Gracias a este pedazo de nada. "Por qué hiciste que te matara."

El matamoscas, con toda la fuerza de mi brazo, terminó con la vida del mosquito. Ahora hay una manchita de sangre en mi baño. De mi sangre. Adiós, mosquito. Adiós, cordura. Gané otra batalla. ¿Cuándo terminará la guerra?

Cuando alguien barra el agua de la azotea. Cuando pague mi mantenimiento, pues ya me atrasé dos meses.




lunes, junio 06, 2005

I ain't no hollaback girl!

Prólogo
Fans adorados:
Sé que los tuve con el Jesús en la boca durante mi asuencia y no tengo muchas razones que dar. Sin embargo, les confesaré, oh, mis reflexiones.

Resulta de tal suerte que, cada vez que intentaba actualizar el asunto, mi mente se negaba. Yo creí que se trataba por el exceso de trabajo y las pocas horas de sueño que, la verdad, procuro aprovechar al máximo. Pero no, no fue por eso. No del todo. De pronto me di cuenta que la estabilidad emocional en mi vida consiguió un balance. En muchos aspectos, pero, sobre todo, en… en… pus en el que ustedes ya saben, mis fans, no se hagan tarugos.

Oh, sí, adorados, L'amour, el cucharón… Así como Tamborcito, Bambi y el pinche zorrillo del que nunca recuerdo su nombre, la encontraron, yo también encontré la razón para perder la misma. No voy a contar de más, porque no quiero que se me sale, pero sólo puedo enviar un cálido y afectuoso beso en la boquita a quien es responsable de mis profundos suspiros, sueños impetuosos, celos compulsivos y ganas de ser mejor persona al otro día. You're asking me will my love grow? I don't know, I don't know. =D

Pero ahora que ya asimilé el huracán que acaba de pasar por mi vida, ya me di cuenta que no puedo dejar este sitio tan bonito nada más por pasearme y pasármela de maravilla con ya-saben-quién.

Fans adorados, ¡Dread está de vuelta!

Enredada en la red
Ustedes lo saben mejor que nadie. La tecnología no se me da. Por ello, les pido que envíen a mi correo, o por acá mismo me hagan saber la mejor forma de poner fotitos en mis mensajes. Ya me han explicado. Ya lo he hecho, pero quiero conocer el método más eficaz, rápido e ipsofacto para hacer efectiva tal acción.

¡Vota o muere!
22 votos. Mi fama va a la alza. Akiriush, agárrate que ahí te voy.
¿Qué cerebro te gustaría tener?
El tercer lugar, con un voto, fue un empate entre Hilary Duff, Carmen Salinas y Chayanne.
El segundo lugar, con dos votos, fue un empate entre AMLO, Cuau y Orlando “Legolas” Bloom.
El primerísimo lugar fue Bill Gates.

Obvio; en apariencia, el precursor de la venganza de los nerds tiene un cerebro que cualquiera envidiaría. Es fácil pensar que, como a él se le ocurrió chingarse a Steve Jobs, ahora tiene una superlana y la compañía que pronto nos esclavizará a todos.
Pero, si se fijan, todos los candidatos, de cierta manera, han tenido sus cinco minutos de fama y fortuna, al menos, y yo creo que no se debe sólo a su linda cara (o culo); creo que se requiere de ingenio para que, a pesar del bajo coeficiente intelectual, les den una lana sin que el contratista o patrón se pregunte por qué. Todos eran candidatos fuertes, pero Billy Ganó. ¡Suerte en la siguiente encuesta del mes!

Aventuras y desventuras
Solía usar este blog como debería usarse, es decir, como un diario donde uno cuenta cómo le fue en el día. Luego me di cuenta que muchos colegas bloggeros lo usan como revista, foro de discusión, galería de fotos, catálogo de chistes, etc, que poco tiene que ver con cómo les fue en el día.
Cuando decidí darle tal giro a Natty Dread para ti, parece que mis fans no quedaron muy complacidos. Y cada vez que intento escribir algo sobre mí, fracaso y la lógica es la siguiente:

1. Cuando me va bien, estoy feliz y quiero que todos se enteren.
2. Cuando me va mal, no me gusta que nadie se entere.
3. Casi siempre me va mal.
4. Y cuando me va bien, generalmente es en las categorías “Dinero”, “Trabajo” y ”Sexo rudo”.
5. No me gusta hablar de dinero, porque le doy importancia sólo al deshacerme de él, no cuando lo recibo, contabilizo o comparto.
6. No me gusta hablar de trabajo, porque, aunque me vaya bien o mal, ya es suficiente el tiempo que estoy en él como para tenerlo en la cabeza fuera de la oficina.
7. Mientras no me digan cómo subir rápido una foto y ponerla aquí, no vale la pena hablar de sexo rudo sin tener descripciones gráficas.
8. “Querer que todos se enteren” no significa que en realidad todos tengan que enterarse.

Con esta lógica, en verdad, pocas veces tengo algo que decir en mi diario electrónico. Sin embargo, fans, por supuesto que les contaré de mí. Pero poco a poco. Ténganme paciencia y verán cómo se me quita la pena.

Pero, para empezar bien, intentaré contar algo hoy, inspirada en mi ídolo de la infancia, Lala Bell. ¡Bela Lulaaaaaaaaa!

Dice el viejo refrán: “A buen sueño, no hay mala cama.“ Quien dijo eso, tenía muchos Raidolitos en su casa. El calor, la humedad y una sangre que, la verdad, está deliciosa, un sinnúmero de mosquitos han invadido mi hogar desde hace un par de semanas. Justo ayer me acomodaron una superchinga. Maté a siete, pero no paran. Cada vez que los empachurro contra el muro, dejan una manchita de mi propio plasma y me encabrono. Tengo varios nuevos piquetes y mis favoritos son: el del dedo meñique del pie izquierdo, el de la pierna izquierda, el de la espinilla derecha, el de la costilla izquierda y, el más ojete, el de la nalga izquierda. Sí, ahí en el zurco que se hace entre la nave y el muslo. Puta. Toda la noche oyendo el “zzzzzzzzzzzz” del pinche mosco... en idioma mosco han de decir algo así como “el hoyo de tu jefa ya no aprieta, te voy a picar, culera” o algo así de fuerte, pues los decibelios son tan agresivos que hasta me da miedo y me tapo por completo. Al minuto y medio, la chinga es el calor; comienzo a sudar y me tengo que destapar. Ahí aprovechan los moscos y me joden. Luego me levanto, voy por un matamoscas y los aplasto. Regreso a la cama y sigue una sesión de media hora para rascarme. Diez minutos después, todo vuelve a empezar. Así se me va toda la noche.
Hoy compré unas Espirales, de Baygon, a ver si me hacen el paro.

Críticas destructivas
Otro asunto que entendí de los blogs es que también sirven para criticar lo que sea. Yo lo he hecho, pero nunca lo he establecido como giro total de Natty Dread para ti. Al final van a entender todo pero, por ahora, sólo quiero agregar que seguiré criticando de todo –digan lo que digan–.
Y aquí va la primera de la noche.

Star Wars Episode III — Revenge of the Sith
Después de ver la tercera parte de la nueva trilogía de Star Wars, decidí entregar los premios Poodoo en las siguientes categorías:

EL OJETE
Obi Wan. Él tenía como misión matar a Anakin, porque, como ya era Darth Vader, era un Sith peligroso y, bueno, dejarlo vivo sabiendo la chinga que les estaban parando los Siths a los Jedi, era un riesgo que no había que tomar. Además, Anakin era como hermano de Obi Wan. Lo amaba. ¿Acaso no ambas razones eran suficientes como para aplicarle la eutanasia a un cabrón del que nada más queda el tronquito y está ardiendo como pollo rostizado y gritando de dolor?

EL DESCONFIADO
Anakin Skywalker. En una galaxia donde inventaron la tecnología para viajar a la velocidad de la luz, donde hacen robots con alta inteligencia artificial y clonan gente, ¿en realidad había que tener miedo de que una mujer muriera durante el parto? ¿Pues a dónde iba a mandar Anakin a Padmé? ¿A la gíneco 4 del Seguro Social?

EL ÓRGANO SIN RAZÓN
El corazón del General Grievous. ¿Para qué le servía el corazón a este wey? ¿Para bombear aceite? Bien, sé que a lo mejor tenía que llegarle sangre al cerebro, pero, sin huesos, ¿cómo la producía? Bu.

LOS REFLEJOS DE AUTISTA
Mace Windu. ¿No que mucho reflejo jedi? ¿Por qué no bloqueó el sablazo de Anakin, si aparte hasta un mail le mandó diciéndole que se lo iba a dar?

En fin. Éstas son las peripecias que suceden en una galaxia muy, muy tarada. Eso sí, me encantó la película. Pronto, más premios.

Cambio de giro
Para resolver la inconstancia de las actualizaciones de mi blog, he decidido hacerle cambios.

Además de balconear mi vida, criticar y hacer encuestas, decidí poner en práctica mis superpoderes y, a partir de hoy, Natty Dread, superheroína internacional, se pone al servicio de la comunidad.

Estreno la sección: Natty Dread ayuda al jodido.

Recibiré sus dudas existenciales y las resolveré en público. También me pueden hacer llegar sus denuncias y con gusto pondré al descubierto al payaso sangrón que se pasó de lanza con ustedes.
“Querida Natty: no puedo dejar el alcohol y me ha traído muchos problemas. ¿Qué hago?”. Por ejemplo, yo les puedo ayudar en eso. O, “Querida Natty: fíjate que Darwin Vega me está molestando”. Uy, yo les resuelvo el pex.

Lo que quieran, yo les echo la mano.

Espero todas las dudas y peticiones de paro a: fcs_mara_leon@yahoo.com.

Despedida
Por hoy, fans, es todo. Prometo seguir en el blog con constancia y, no olviden que la cosa más grande que pueden aprender, es a amar y ser correspondidos. La segunda cosa más grande es el Kung-Fu. ¡Bruce Lee es el mejor!